miércoles, 3 de agosto de 2011

"1000 fires": el disco tecno de Traci Lords


Introducción nostálgica y febril

Para quienes crecimos en la década del ‘80 Traci Lords se convirtió tempranamente en un mito viviente debido a las particularidades de su historia personal que dejaron una huella indeleble (para bien o para mal) en el cine de entretenimiento para adultos. Lo de “cine” en realidad es una forma de decir porque en aquel período el celuloide cayó en desuso víctima del utilitario y mucho más económico video. Fue la época de oro del VHS, un formato que nos permitió conocer a Traci en un momento hormonal clave de nuestras vidas. Y sí, no por nada la saga Porky’s había hecho escuela con sus adolescentes calenturientos perpetuamente alzados. A casi nadie del sexo masculino le resultaba indiferente el porno pero por aquel entonces en Concordia, Entre Ríos, era imposible acceder a un producto con esas características. Sí se podían ver películas softcore, en su mayoría provenientes de Brasil, pero nada explícito. Intentar ingresar a las salas de cine con sólo 15 años estaba reservado a unos pocos valientes: por portación de cara el pedido de DNI se daba por descontado… y ahí mismo terminaba la aventura. 

Puso de moda un subgénero y marcó a toda una generación


La apertura de los videoclubes y la comercialización de cintas XXX, eufemísticamente denominadas “condicionadas”, por editoras ahora legendarias como Hardcore, Onyx, Sol Video, Lagos Panorama Video, VEA, Casablanca/Prestige Collection, Acuarela Films en Video, H.C. Video Producciones, Video Erotic, Video Producciones Internacionales, Acuario Videofilms, Love Video, Barba Azul, Aguila Video, Quartz, Aranjuez/Vivid, Cóndor Video Home, Look Video, Olympus Cinevideo Internacional, Séneca Videofilms, Súper Video, Video 10, Zar Video Home, Sudamericana Video, Producciones Video Home, Vanguardia Video Hot, Video Sex y Fantasía, entre otras, fue la clave del éxito para aquella muchachada que ni siquiera tenía muy junado a un icono del erotismo nacional como Isabel “la Coca“ Sarli, quien se había retirado de la industria devastada por el fallecimiento de su amado Armando (Bo) en 1981. 

No vivimos ni siquiera la última etapa de la "Coca" Sarli

Eran tiempos exultantes debido a la anheladísima democracia que llegó para quedarse en diciembre de 1983. Durante esos años la inmortal frase acuñada por nuestras abuelas: “no se debe confundir libertad con libertinaje” reverdeció con ribetes de epopeya para señalar excesos de todo calibre. Proliferaron los “winners” con vestuario ridi-cool-o a lo Don Johnson, la música new wave (y el tecno y el pop… no tanto el rock), las camisas Angelo Paolo, y nos creímos parte del Primer Mundo tras ganar el Mundial ’86 de punta a punta. Eramos bobos… felices, pero bobos al fin. Sólo de cuando en cuando los coletazos del Proceso se entrometían en nuestra despreocupada existencia de adolescentes descarriados. Películas como La historia oficial o La noche de los lápices nos bajaban a tierra de un hondazo. 

Vestirse como Don Johnson era lo más...

Otro tanto podría decirse del juicio a la Junta Militar, que visto en retrospectiva fue uno de los puntos más altos de un gobierno radical que en el plano económico distó mucho de sobresalir. Recordemos el lanzamiento en 1985 del Plan Austral por parte del ministro de economía del Dr. Ricardo Alfonsín, Juan Vital Sourrouille, que a duras penas logró frenar la inflación por unos meses. La solución fue insuficiente si pensamos que un par de años después los precios se dispararon de tal forma que ni el Plan Primavera, promovido en 1988, logró sacar las papas del fuego, precipitando la llegada de Menem al sillón presidencial un año después. Detalles, por supuesto, que al adolescente de mente febril que todos fuimos le resbalaban olímpicamente…




Lo que se escuchaba por aquel entonces. ¿Quien dijo que la pinta es lo de menos?

Es en ese memorable contexto histórico que emerge la figura de Traci en el mercado local con unos cuantos títulos editados antes de que en Estados Unidos se produjera la debacle al revelarse que había rodado las películas siendo menor de edad (las primigenias a los 15 años).  Los VHS protagonizados por la Lords fueron los siguientes: Desfloraciones (Breakin’ it, 1984), Amor incestuoso (Sister Dearest, 1985), Negocios del sexo (Kinky Business, 1984, parodia de Negocios riesgosos con Tom Cruise), Gatitas Nueva Ola (New Wave Hookers, 1985, dirigida por el zarpado de Gregory Dark), La Diosa del Sexo (The Sex Goddess, 1984), Lujuria en una noche agitada (Lust in the Fast Lane, 1984), Calce perfecto (Perfect Fit, 1985), Esas jóvenes chicas (Those Young Girls, 1984), La Batalla de las estrellas (The Battle of the Stars, 1984), Amantes en peligro (The Night of Loving Dangerously, 1984), Sex Club Quinta Avenida (Sex Club 5th. Avenue, 1986), Sex Shoot (Idem, 1985) y Traci vuelve con todo (Traci I Love You, 1987, legalmente la única asequible en los EEUU, pues fue filmada después de que la diva cumpliera los 18 años).

La única película hardcore que rodó siendo mayor de edad

Yendo a los bifes: 1000 fires

Podría profundizar en el tema pero como tengo pendiente la lectura de su libro autobiográfico “Traci Lords: Underneath It All” (2004) quedará para otra ocasión repasar con mayor detalle los dramáticos avatares que llevaron a una adolescente de cuerpo de mujer al infierno de la drogadicción y el porno hardcore. Mientras tanto quisiera sacar a colación una breve etapa en la que Traci se dedicó a la música, publicando un único álbum como cantante en 1995. El disco en cuestión se llamó "1000 fires", estaba producido por Juno Reactor y contaba con diez canciones de corte dance o tecno. Traci fue la coautora de algunas de ellas junto a Ben Watkins, Johann Bley, Wonder Schneider, Thomas Alexander Bailey y Alannah Joy Currie. 

La autobiografía de Traci se consigue sólo en inglés

La Lords había aportado su voz a comienzos de los 90s en un par de canciones para los Ramones y Manic Street Preachers. E incluso fue la responsable de interpretar el tema "Love never dies" de la banda de sonido de Cementerio de animales 2 en 1992. Pero de ahí a editar un disco propio hay mucha distancia. Si bien estuvo a la altura de las circunstancias, con "1000 fires" ha quedado en evidencia que como cantante tiene una voz mínima y de escasos matices compensada con creces por el buen gusto de las composiciones y la soberbia producción de Juno Reactor. En lo personal debo confesar que este género musical por lo general me cansa y aburre con sus reiteraciones rítmicas. El tecno de-luxe de Depeche Mode suele seducirme pero el marchoso que se puede encontrar en un boliche simplemente no es para mí. El disco de Traci se posiciona cómodamente en un punto intermedio. En un principio entusiasma lo suyo; no por nada hay tracks de gran nivel como "Control" o "Fallen Angel", pero con cada audición el asunto tiende a perder interés. Suele suceder que cuando me fascina algo pongo repeat en el equipo de música y no me aburro de volver a escuchar lo mismo una y otra vez por días enteros. "1000 fires" no es de esos álbumes sino uno que conviene dosificar su reproducción con extremo cuidado. 

La tapa del disco editado en 1995

Los hits de "1000 fires" fueron básicamente dos: Control alcanzó el puesto número 2 en el Billboard Top Dance/Club Songs chart allá por febrero de 1995; mientras que "Fallen Angel" ocupó el número 11 en setiembre del mismo año. Una versión instrumental de "Control" fue magníficamente utilizada en la BSO de la película de Paul W.S. Anderson Mortal Kombat (1995). "Fallen Angel", por su parte, apareció en el soundtrack del entretenido thriller fantástico Asesino virtual (1995) con el aditamento de que la misma Traci en persona interpreta la canción en una escena del film. Otras canciones destacadas son la concisa "Outlaw Lover", la extensa balada "Distant Land" y la graciosa "Okey Dokey" (con Traci remedando el speech de una actriz que recibe un Oscar tal como hizo Jim Carrey en La Máscara).

El punto álgido del CD está contenido en el noveno tema, "Father’s Field". Musicalmente pobre y más recitado que cantado el track es un escalofriante relato con obvios tintes autobiográficos del abuso sexual al que se vio sometida la estrella por parte de su padrastro cuando aún no entraba en la adolescencia. Este hecho aberrante sin duda fue el principal disparador psicológico de todo lo que sucedió después. La ambigüedad de la letra se va evaporando lentamente hasta culminar en el brutal ataque y la tremenda conclusión: “I didn't tell anyone. Didn't tell anyone” (No se lo conté a nadie. A nadie).
Un texto que te deja exangüe, sin palabras…

El CD con los remixes de "Fallen Angel"

Poco después de sacar a la venta "1000 fires", Traci decidió concentrarse en su carrera como actriz –ya en las antípodas del hardcore- abandonando la música para siempre (al menos como profesional). Sin muchas oportunidades en el ámbito cinematográfico en la actualidad su figura sigue concitando la atención en concepto de celebridad con pasado escabroso. No hace mucho participó en Zack y Miri hacen una porno con un pequeño papel acorde a sus antecedentes. Paradojas de una diva: debe ser la primera vez que una ex actriz porno interpreta a una actriz porno en actividad y no se presta ni siquiera a un semidesnudo.

Los personajes de Zack y Miri hacen una porno

Lamentablemente "1000 fires" se encuentra descatalogado en los Estados Unidos pero se consigue con facilidad en Internet. No deja de ser una curiosidad pero como se puede apreciar en distintos medios especializados el trabajo de Traci y Juno Reactor ha recibido críticas bastante decentes.

Volveré sobre Traci más adelante…

Traci tal como se la ve por estos días


Las canciones de "1000 fires"

01."Control" – 7:10 (#2 Billboard U.S. Dance/Club Hit Song)
02."Fallen Angel" – 4:58 (#11 Billboard U.S. Dance/Club Hit Song)
03."Good-N-Evil" – 6:29
04."Fly" – 4:08
05."Distant Land" – 7:07
06."Outlaw Lover" – 3:58
07."I Want You" – 6:00
08."Say Something" – 4:07
09."Father's Field" – 5:41
10."Okey Dokey" – 6:43 

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