martes, 29 de noviembre de 2011

26º Festival de Cine de Mar del Plata (Segunda Parte)

Por la mañana, y con no más de dos o tres horas de sueño, me registré en el hotel y salí disparado para conseguir el programa del festival. Me acerqué directamente al shopping Los Gallegos confiando que en el Cinema venderían entradas para las demás salas. Así era nomás, con la sola excepción del Auditorium (la tan mentada sala Astor Piazzolla) y el Colón. La guía de programación de la semana junto con el diario del festival estaba a disposición en un stand del lugar para quien lo requiriera. 

El lindo cartel que armaron para el festival estaba pegado al Auditorium
 
Mientras esperaba la llegada de unas amigas para almorzar empecé el tortuoso proceso de estudiar qué es lo que se proyectaba y, aún más complicado todavía, cómo lograr combinar los horarios. Esta tarea me resultó una odisea a lo largo de toda la semana provocando lo inevitable: que me perdiera de ver varios títulos que tenía anotados desde que salí de Buenos Aires. Comparé notas con las chicas, que para ese entonces me habían encontrado en el patio de comidas del shopping, y sucedió otra obviedad largamente anticipada: no coincidimos ni por asomo en las películas que nos interesaban. Nos despedimos dispuestos a internarnos durante el resto del domingo en nuestros respectivos programas. La espera llegaba a su fin... ¡it's showtime!

La indispensable guía de programación (¿el que se asoma es Quique o Tony?)

Una de las secciones a contemplar con especial atención era el Tributo a Alex Cox. El realizador inglés con el transcurrir de las jornadas se convertiría en un Droopy redivivo apareciendo en presentaciones propias pero también ajenas aunque más no sea en calidad de espectador -estuvo presente en la función de The Movie Orgy, el ¿documental? de cuatro horas y media de Joe Dante, a la que asistí-. Eso sí: siempre con una sonrisa a flor de labios, un léxico bastante florido en español y un entusiasmo desbordante por el cine. Como si no fuera suficiente con el homenaje el Festival presentó un libro de Cox sobre el spaghetti western que no pude menos que adquirir teniendo en cuenta que estoy comprando las colecciones editadas en DVD por AVH (ya van por la tercera y, se supone, última). 10.000 formas de morir: la visión de un director sobre el spaghetti western es un texto que analiza e informa con el estilo apasionado habitual en Cox las películas que, en su modesto parecer, han dejado alguna huella en el género. Un muy sólido trabajo traducido por Nicanor Loreti -antiguo colaborador de la revista La Cosa- y prologado por Fernando Martín Peña. Desde ya que no comparto todo lo que pregona el amigo inglés pero es normal: no se puede coincidir en todo...

Excelente el dibujo de portada de Lucas Accardo
Además de proyectar buena parte de la filmografía de Cox el festival anexó en su honor al Tributo una rareza como el spaghetti western profeminista Il mio corpo per un poker (1968). El mismo Alex se hizo cargo de una breve disertación preliminar para poner en situación a la platea sobre el único filme del oeste que dirigió la signora Lina Wertmüller (con el seudónimo de Nathan Wich). Por lo que contó el amigo británico Il mio corpo per un poker fue mucho más conocida con el título de Belle Starr o The Belle Starr Story y es un film prácticamente imposible de rastrear en el mundo: jamás se editó en DVD y las versiones en VHS son casi ilocalizables. Por una extraña casualidad un coleccionista argentino tenía en su poder una copia en 35 mm. que cedió al festival para su difusión. Cox agradeció a los programadores por el aporte ya que ni siquiera él, con todo el fanatismo que ha demostrado por el género, había conseguido visionarla hasta hace poco. Il mio corpo per un poker es uno de los muchos spaghetti western que ha diseccionado Cox en su libro. Tras aclarar que la copia estaba hecha jirones pero que aún así valía la pena la experiencia se escuchó de fondo un rumor de comentarios fastidiosos: a nadie le gusta pagar una entrada para encontrarse con una proyección deficiente. Como diría Guille F.: "-A comerlaaaaaaaaaaa..."

Carátula danesa de la edición en VHS del spaghetti western de Lina Wertmüller

Además de ser el único spaghetti western que ha dirigido una mujer hay otro aserto irrefutable: nunca se vio en el género una protagonista tan sexy, bella y elegante como la despampanante Elsa Martinelli (una ex modelo volcada a la actuación) aunque para ser justos la Raquel Welch de Hannie Caulder (1971) supongo que no se queda atrás. El vestuario de cuero que le diseñó Herta Swartz Scavolini a Elsa se ajusta como un guante a su cuerpo cimbreante. Es trágico que no pueda ser mejor apreciado en DVD o Blu-Ray con un proceso de remasterización como Dios manda. Pese a los colores desvaídos de la copia exhibida el look de la Martinelli se disfruta con todo. ¿Y la peli? ¿Qué tal? Bueno, poniéndola en contexto hay que admitir que está razonablemente bien. No tanto por la acción sino por la magnífica química existente entre Elsa y Giorgio Montefiori (tcc George Eastman). La historia es la de una bad girl que ha caído en la delincuencia luego de sobrevivir a un par de encuentros violentos con hombres que pretendían mancillar su honor. El título original italiano se anticipó a la temática de varias películas porno de los 70's con chicas que apuestan contra los hombres por una prenda de ropa o, en el más extremo de los casos, como sucede aquí, directamente por sexo.

Otra carátula europea de esta película de culto que se proyectó en el festival

Como en todo spaghetti western clásico se pueden enumerar una serie de puntos: la presencia de flashbacks para explicar el origen del conflicto que arrastra a la heroína al "lado oscuro", la infaltable escena de tortura a la que Cox le encuentra un dejo homoerótico, la acumulación de personajes desagradables o siniestros (ni siquiera los protagonistas se salvan: el personaje de Elsa no es precisamente edificante) y una estética "sucia" que el western yanqui nunca se hubiera atrevido a utilizar... Según rumores Il mio corpo per un poker inició su rodaje con el coguionista Piero Cristofani sentado en la silla del director pero fue echado apenas una semana después. Lo cierto es que gracias a eso una joven Lina Wertmüller entró al proyecto e hizo un trabajo elogiable en el cual ya se anticipaban algunas de sus obsesiones temáticas. Para inaugurar mi primer día en el festival fue una experiencia atípica pero no me arrepiento de haber estado allí. Y por los comentarios post película que llegaron a mis oídos tampoco lo pasaron nada mal unos cuantos de los asistentes al cine Del Paseo 2.

La boletería del complejo Del Paseo trabajando a full

Más de cuatro horas después volvería a cruzarme con Cox en la previa de su película El patrullero (Highway Patrolman, 1991), inédita en nuestro país como la mayoría de su obra. Más abajo pueden apreciar en un video de dos partes la introducción de Cox que casi siempre estuvo acompañado por el programador Pablo Conde. Integramente rodada en México y hablada en español de punta a punta, El patrullero quizás sea más convencional que otros opus del realizador de Walker pero dramáticamente no tengo dudas de que es superior a varios de ellos. La trama está ambientada en una zona fronteriza en la que un joven policía recién graduado (impresionante interpretación de Roberto Sosa) con el correr de los meses va claudicando en sus ideales vencido por un sistema corrupto y jaqueado por los peligros de una carretera propicia a los accidentes y la violencia derivada del narcotráfico. Hay un crescendo tremendo en la historia de Pedro, ese apenas poco más que un muchacho con el que uno no puede menos que identificarse. Más allá de los modismos típicos del país en que está filmada Cox propone un relato seco, violento y crítico con las instituciones de una lucidez absoluta. El guión es perfecto pero la mirada del director, no olvidemos que juega de visitante por su condición de extranjero, retrata como pocos un estado de cosas que sólo genera angustia y dolor en aquellos que todavía creen en el sistema de justicia y esa palabrita tan en desuso: honestidad.

El Patrullero, gran película de Alex Cox




 




Ni bien concluyó Il mio corpo per un poker me fui volando al Ambassador para la proyección de una película francesa de Henri-Georges Clouzot (el de Las diabólicas y El salario del miedo) rodada en 1947. ¿Por qué mi afición por estos títulos retros? Lo ignoro, me atrajo el nombre del director y eso es todo lo que puedo argumentar de momento. Crimen en París (Quai des orfèvres) es un policial de intriga, un whodunit con toques de sensualidad, altas y bajas pasiones y un recio -aunque no desamorado- inspector interpretado por Louis Jouvet que con su raciocinio y conocimiento de la conducta humana logra encontrar al culpable del asesinato por el que están sospechados los jóvenes protagonistas. Estos últimos pertenecen al mundillo del teatro musical: una casquivana cantante/bailarina que hace enloquecer de celos a su marido que se desempeña como pianista de la obra en la que ambos trabajan. Hay una tercera en discordia: la entrañable amiga del músico que lo ama en secreto y por el que está dispuesta a mentir ante las autoridades con tal de salvarlo. 

El policial Crimen en París se proyectó en 16 mm.

La película se vio en un pequeño cuadrado de la pantalla porque la copia disponible era en 16 mm., dividida en tres rollos de unos 35 minutos cada uno. Los subtítulos en español venían incrustados directamente sobre la imagen con una particularidad que me hizo recordar un serio defecto con el que la empresa de video Transeuropa nos castigaba sistemáticamente en los 80's: traducir una mínima parte de los textos que dicen los actores. Así, uno escuchaba largas parrafadas de diálogos cuya traducción no llegaba nunca. La idea, me imagino, era reflejar el ADN básico de la escena pero como espectador uno no se siente muy respetado con esta clase de decisiones. De todas formas hablamos de un filme de más de sesenta años que se nos dio la chance de apreciar en fílmico y en condiciones más que aceptables cabría agregar. 

Ya desde el afiche se observa la audacia de Clouzot

Me causó asombro la audacia denotada en una obra tan antigua: el vestuario y la actitud constantemente provocativa de la actriz Suzy Delair hubiese sido desterrado de la faz de la tierra en un país como los Estados Unidos donde el código Hays de censura cinematográfica causó estragos a lo largo de más de tres décadas. En ese sentido Crimen en París se palpita como una película moderna que no pierde el tiempo con alusiones crípticas para hacer llegar su mensaje. Es en otros aspectos como el tono y el ritmo general que debe adoptar un policial donde quizás se encuentren las debilidades de Clouzot. Pero admito que es difícil hacerle justicia con una mirada actual: hoy día un thriller tan denso haría huir a las masas de la sala.

Entrada del plato fuerte del Festival: la japonesa Guilty of romance

Como ya me pasara en el 2005 la película que mayor impresión me dejó la vi en mi primer día en Mar del Plata. Aquella vez fue la surcoreana Oldboy: cinco días para vengarse y ahora la obra maestra japonesa de Sion Sono Guilty of romance. No es para nada casual el origen de ambas: la calidad del cine oriental me sorprende cada día un poco más. Sion Sono es un prolífico autor/director bien conocido por los habitués a los festivales. De toda su producción sólo la delirante El club de los suicidas tuvo una mínima difusión comercial en salas argentas. A quienes les despierte cierta curiosidad este talentoso y desvergonzado realizador nipón les aviso que El club... está editada en DVD en zona 4 por el sello SBP a muy buen precio. Guilty of romance (Koi no tsumi, 2011) propone una fortísima historia en la que una joven esposa que es el fruto natural de la conservadora idiosincracia japonesa se revela a su limitado rol de acompañante sumisa del hombre para disfrutar de sus propios deseos (en especial, carnales) lo que la lleva primero a participar de la filmación de películas porno y luego a convertirse en prostituta. Claro que a la manera de China Blue, la hooker de doble vida que encarnara magistralmente Kathleen Turner en la Crímenes de pasión de Ken Russell (QEPD). Por la mañana Izumi es una esposa correctísima, amorosa y obediente. Ni bien su marido escritor abandona la casa para ir al estudio donde pasa largas horas escribiendo plomíferas novelas, la exuberante señora se embarca en unas aventuras sexuales con una energía tal que deja pasmados a sus ocasionales amantes. Esta trama se va desarrollando con algunos saltos temporales bastante disimulados en los que se integra una subtrama policial con la aparición de unos cadáveres en la zona de los hoteles alojamientos donde suelen pasar sus noches las chicas que viven del oficio más antiguo del mundo. Como es costumbre en este director hay cambios de tono abruptos, un humor negrísimo terriblemente festivo y un desquicio genial en escenas pletóricas de violencia y sexualidad que perdurarán en el recuerdo de quienes tengan la dicha de poder verla. La furibunda construcción sonora y el elaboradísimo montaje fueron diseñados para impactar los sentidos del espectador: cada nueva secuencia supera en perturbación a la anterior hasta llegar a un final nada complaciente que te deja agotado pero largamente saciado como espectador. Lo que se dice un plato fuerte. De Sono también vi su otra producción de 2011, Himizu, que me generó sensaciones menos positivas. Pero ese comentario vendrá en un post más adelante. 

"Love is hell", el genial slogan de la peli japonesa...

Tras concluir las dos horas veinte de proyección de Guilty of romance en la segunda función noche del domingo di por cerrado mi día 1 en Mar del Plata.

domingo, 6 de noviembre de 2011

26º Festival de Cine de Mar del Plata (Primera Parte)

Llegué hoy a las 8 de la mañana dispuesto a ver cine, mucho cine, todo el cine que se pueda en esta hermosa ciudad que me recibió con un espléndido día. Mejor imposible. En una época prefería que se llevara a cabo en marzo -más por conveniencia laboral que por un capricho personal- pero ya me he adaptado en todo sentido al mes de noviembre que, después de todo, se acerca más a la época del año con la que debuté en el Festival allá por 1998. Pero ese es un recuerdo para otro post. Lo importante es que los programadores se han esmerado de lo lindo en este 2011 y nos esperan películas para todos los gustos que iré mencionando en los sucesivos posteos. Es genial que se haya convocado para este edición a un maestro como Joe Dante. Es una pena que no se exhiban todos sus filmes -no son tantos- pero Gremlins (la peli suya que más me gusta), Gremlins 2, Matinee, la desconocida The Movie Orgy y la más reciente -e inédita en nuestro país- The Hole deberían ser más que suficientes. Quedaron afuera Piraña, Aullidos, Los Exploradores, Viaje insólitoPequeños guerreros y Looney Tunes: de nuevo en acción. S.O.S. vecinos al ataque hicieron bien en salteársela: es de lo peorcito de su filmografía...




El maestro Joe Dante con una de sus creaciones más memorables...


lunes, 17 de octubre de 2011

Los videos clásicos de Footloose, todos a bailar

Footloose, todos a bailar (1984) fue el primer gran éxito de Kevin Bacon en Hollywood como protagonista excluyente. Dos años después, la flojísima Quicksilver casi dio por tierra con los esfuerzos actorales de Kevin. Un fiasco comercial del que le costó mucho tiempo recuperarse...

Una pareja imborrable: Kevin Bacon y Lori Singer (la cellista de Fama)

Una genialidad de Kenny Loggins que ni siquiera la paupérrima remake pudo eclipsar. Vale recordar que todas las canciones del soundtrack fueron co-escritas por Dean Pitchford.



"Let's Hear It From The Boy" en la voz de Deniece Williams es uno de los puntos más altos de la BSO. Las versiones remixadas, tan típicas de la década del 80, también estaban muy buenas...


Junto con el tema de Bonnie Tyler la balada "Almost Paradise (Love Theme From Footloose)" siempre me pareció lo mejor del disco. Una de las más entrañables canciones de amor de los 80's. La interpretación de Mike Reno y Ann Wilson, sublime...




Hace treinta años la galesa Bonnie Tyler tenía una polenta espectacular que explotaba a pleno con este soberbio tema compuesto por el wagneriano confeso Jim Steinman. Muchos también recuerdan a "Holding Out For A Hero" por la frustrada serie Modelo masculino (Cover Up, 1984) protagonizada por el prematuramente fallecido Jon-Erik Hexum en un incidente mortal en el set de rodaje que preanunció una tragedia más conocida: el deceso de Brandon Lee en El cuervo. Elizabeth Daily fue la encargada del cover que desde luego es inferior al de Bonnie...

Otro sinsentido: la nueva BSO de Footloose

Patalear por la catarrada de remakes de los 80's con las que nos están bombardeando es una pérdida de energía que no estoy dispuesto a ceder. Distinta es la cuestión con un tema puntual como la Banda de Sonido Original del drama musical Footloose, todos a bailar (Footloose, 1984) que, como Top Gun: Reto a la gloria, dejó una huella más profunda por sus canciones antes que por el nivel intrínseco de la película. El soundtrack del filme dirigido por el prestigioso coreógrafo Herbert Ross presentó varios cortes de gran éxito siendo los principales "Footloose" (Kenny Loggins); "Holding Out For A Hero" (Bonnie Tyler), la bellísima "Almost Paradise " (dueto de Ann Wilson & Mike Reno) y "Let's Hear It For A Boy" (Deniece Williams). Lo notable del álbum es que, para mi gusto, carecía de temas de relleno: los 9 tracks que integraban la BSO eran realmente sólidos.

Uno de los mejores soundtracks de los '80s... ¡por lejos!


Ante el inminente lanzamiento del remozado musical, a estrenarse en nuestro país en el próximo mes de diciembre, he tenido la mala idea de escuchar las versiones que se grabaron de las canciones clásicas (curiosamente orientadas al género country). Y si digo que fue una mala idea es lisa y llanamente porque detesté lo que hicieron con casi todas ellas. En primer lugar el disco está sobreproducido de punta a punta: las canciones no "respiran" por ningún lado, no hay aquí ni un vestigio de espontaneidad. Cuando el trabajo en estudio alcanza este nivel de perfección ascética lo más probable es que se pierdan los valores de cada composición ahogados por un profesionalismo mercenario. ¿En qué cabeza cabe una actualización de "Holding Out For A Hero" con un tempo lento? Como será que cuesta distinguir en algún pasaje la melodía hiper reconocible escrita por el monumental Jim Steinman. Una imbecilidad absoluta a la que se prestó de buen grado la cantante Ella Mae Bowen (perdónala Dios, no sabía lo que hacía).



¿Qué sería "Almost Paradise" sin la cálida interpretación de Mike Reno (Loverboy) y Ann Wilson (Heart)? Respuesta: una canción sin vida ni vibración como la que brindan los anodinos Victoria Justice y Hunter Hayes. Mirá que hay que esmerarse para arruinar un tema tan soberbio como éste!!! Imperdonable...



La cantante country Jana Kramer entrega un update no tan desastroso, en comparación con las baladas previas, de "Let's Hear It From The Boy". De todos modos estos intérpretes parecen cortados por la misma tijera: siempre esa cosa "pro" que molesta y en lo particular directamente me repele. Insisto: más que canciones son experimentos de laboratorio.



Finalmente la nueva "Footloose" de Blake Shelton -otro cantante de origen country- se asemeja bastante a la impagable versión de 1984 que tan ajustadamente interpretara Kenny Loggins. Algunos arreglos agregados son suficientes para darle un touch de distinción. Tampoco están tan mal los otros tracks que integran una BSO destinada a una audiencia posiblemente aún más adolescente que la antigua Footloose, todos a bailar. Qué le vamos a hacer: estamos en la era de Justin Bieber...




viernes, 7 de octubre de 2011

Lecciones de Cine, un libro de Laurent Tirard

Laurent Tirard es un director de cine (Molière, Le petite Nicolas) que cuando trabajaba como periodista para la revista francesa Studio allá por los 90's acertó un pleno con una serie de entrevistas a cineastas de prestigio. El método de Tirard consistía en formularles un idéntico cuestionario a los entrevistados con preguntas que permitían despacharse a gusto sobre el oficio y la manera de trabajar de cada uno de ellos. Las reveladoras y muchas veces contraopuestas respuestas justifican la lectura del libro "Lecciones de Cine: Clases magistrales de grandes directores explicadas por ellos mismos" que recopila la visión sobre el séptimo arte de veintiún de los directores más importantes de los últimos tiempos.  Los que aceptaron el convite de Tirard son: John Boorman, Sydney Pollack, Claude Sautet, Woody Allen, Bernardo Bertolucci, Martin Scorsese, Wim Wenders, Pedro Almodóvar, Tim Burton, David Cronenberg, Jean-Pierre Jeunet, David Lynch, Oliver Stone, John Woo, Joel y Ethan Coen, Takeshi Kitano, Emir Kusturica, Lars Von Traer, Wong Kar-wai y Jean-Luc Godard. Un seleccionado impresionante para un libro absolutamente recomendable para quienes quieran indagar en el personal universo de estos fantásticos creadores de tantas películas memorables.




Título original: Moviemakers’ Master Class (2002).

Entrevistados:


Primera Parte
Pioneros: John Boorman, Sydney Pollack, Claude Sautet.


Segunda Parte
Revisionistas: Woody Allen, Bernardo Bertolucci, Martin Scorsese, Wim Wenders.


Tercera Parte

Tejedores de sueños: Pedro Almodóvar, Tim Burton, David Cronenberg, Jean-Pierre Jeunet, David Lynch.


Cuarta Parte
Pesos pesados: Oliver Stone, John Woo.


Quinta Parte
Savia nueva: Joel y Ethan Coen, Takeshi Kitano, Emir Kusturica, Lars Von Trier, Wong Kar-wai.


Sexta Parte

A su aire: Jean-Luc Godard.


Editorial: Paidós Comunicación 149 Cine.
Cantidad de Páginas: 221

lunes, 26 de septiembre de 2011

Memorabilia ochentosa: programa de mano de Top Gun: Reto a la Gloria

Y también pasó la reposición de Top Gun: Reto a la Gloria. Casi como una exhalación se está yendo la semana destinada a la proyección en flamante copia digital de este ícono fílmico de los ochenta. Ya dejé mi opinión sobre la película en CineFreaks (ver nota aquí) y aprovecho la ocasión para compartir algo de memorabilia. Esta vez relacionada con el programa del cine Metro correspondiente a setiembre de 1986 (el estreno había sido el 11 de ese mes). A diferencia de la inmensa mayoría de los programas de mano que se entregaban en las salas, el Metro brindaba un mínimo de información sobre el filme escogido. Los demás se apoyaban exclusivamente en publicidades varias...

El epígrafe es un extracto de la nota de Aníbal Vinelli para Clarín.

Para ver Top Gun había que ponerse con 3 australes.

viernes, 16 de septiembre de 2011

De La hora del espanto a Noche de miedo: 25 años no son nada...

La hora del espanto (Fright Night) es una película de la que guardo gratos recuerdos. Sin embargo, por motivos que ya voy a contar, también me provoca sensaciones contradictorias. Desde luego que estoy hablando de uno de esos clásicos inoxidables de la década del 80 (eternamente, mi favorita...). Una comedia de terror filmada en 1985 por el hoy olvidado Tom Holland (luego responsable del primer, y mejor, filme de la saga de Chucky, el muñeco diabólico) que se estrenó en Buenos Aires el 15 de mayo de 1986 obteniendo críticas mayormente positivas. La Nación dio la nota acusando a la producción de ponerse las pilas recién a partir del último acto: una acusación tan temeraria como infundada...



"Hay muchas razones para temerle a la oscuridad"

Lo más destacable de La hora del espanto fue la bien aplicada idea de mixturar humor y horror en su primera hora para luego sumergirnos en una pesadilla nocturnal que le erizaba la piel al más fogueado de los fanáticos. ¡Ni que hablar de los demás espectadores! La caracterización de Chris Sarandon como el vampiro Jerry es sexy, sofisticada y amenazante. Excepto cuando la acción se descontrola cerca del clímax Sarandon no pierde jamás la elegancia y una sutil malevolencia. Su Jerry es la más consumada representación del mal pero también de la tentación y lo prohibido. En ese sentido la manzana que suele mordisquear con deleite es de una simbología (religiosa) bastante elocuente. La escena de la seducción en la disco es decididamente sublime, fantástica. Las correctas actuaciones de los actores jóvenes (que parecen serlo menos que los elegidos para la remake de este año) y la sensacional creación que hizo el finadito Roddy McDowall de Peter Vincent ayudaron a que todo el cuento suene creíble pese a la fantasía inyectada por Holland en dosis cada vez más desmesuradas. La cereza del postre la puso el supervisor de efectos especiales Richard Edlund (el de Los Cazafantasmas) con un trabajo de gran impacto técnico para el momento en que fue filmada. La extraordinaria banda de sonido con canciones de Devo, Autograph, The J. Geils Band y Sparks, entre otros,  y el gran score compuesto por Brad Fiedel (el genio que concibió la música original de Terminator y Terminator 2) dejaron a Fright Night muy arriba de mi ranking personal y, vale la aclaración, no sólo de películas de terror. La canción "Come to me", cuyo leit-motiv es parte integral del score, interpretada por Fiedel es una de mis favoritas de todos los tiempos. Para la secuela de 1988 se grabó una nueva versión interpretada por Deborah Holland, muy superior desde lo vocal (Fiedel no es un jilguero precisamente) pero como dice el refrán: "el que golpea primero, golpea dos veces". 



La hora del espanto se mantuvo varios meses en cartel en Buenos Aires. La vi en el cine Suipacha (luego devenido en el Complejo Tita Merello) durante las vacaciones de invierno y desde luego que me voló la cabeza: a la calidad de la obra habría que agregar mi poca experiencia en un género que empezaba a apasionarme. Los sentimientos encontrados que mencioné más arriba están relacionados con lo que me sucedió algún tiempo después. En noviembre de 1986 enfermé de neumonía y debieron internarme para poder darme un tratamiento acorde. En algún momento durante la segunda semana que estuve en el sanatorio se produjo el estreno de La hora del espanto en el cine Odeón de Concordia. Ya me encontraba algo recuperado por lo que le discutí a muerte a mi médico que mi condición ya me permitía salir. ¡Le hubiese dicho cualquier cosa con tal de ver otra vez la peli! Desde luego que esto no prosperó y aunque reconozco que tenía razón en su renuencia a darme el alta hasta el día de hoy sigo maldiciendo por lo bajo cuando recuerdo el incidente. Fucking pneumonia!!!

El querido Peter Vincent julepeado hasta las patas: al final se la banca...

Cuando se supo que harían una remake del filme de Holland me indigné como la mayoría. ¿Para qué? Detesto la excusa de que la generación actual no conoce el viejo clásico. ¿Y? ¿Con eso qué? Porque no blanquean la verdad: se trata de un tema de plata y punto. Business as usual... Molesta la falta de sinceridad y molesta lo que hicieron con Noche de miedo, que apunta al mismo target de la original pero sin su inteligencia ni su perfecto timing. En la nueva versión dirigida por Craig Gillespie el personaje de Jerry encarnado por Colin Farrell ha perdido ambigüedad y fineza. Es como comparar al 007 de Roger Moore con el de Daniel Craig: son dos formas diametralmente opuestas de encarar la interpretación del vampiro. Realmente odié lo que plasmaron con este pobre chupasangre. Sarandon aparece brevemente como el automovilista víctima de Jerry en la ruta. Una idea que está buena porque le rinde un merecido homenaje a este actor tan subvalorado y casi desconocido por el público general. Fiel a los preceptos que rigen el cine actual Noche de miedo apura la acción desde el vamos, encadena efectos 3D simpáticos y comete la gaffe de pifiarla con el neo Peter Vincent que no está adaptado con mucho tino pese al carisma del inglés David Tennant. Para darle vida a Evil Ed, interpretado magníficamente en 1985 por el luego actor porno gay Stephen Geoffreys, fue seleccionado el nerd Christopher Mintz-Plasse que estuvo sensacional en Supercool como McLovin' pero acá simplemente no está a la altura. No es todo culpa suya: el personaje perdió consistencia por una deficiencia de guión. Marti Noxon escribió episodios valiosos para Buffy, la cazavampiros pero en Noche de miedo se limitó a trabajar a reglamento. La velocidad del relato impide generar climas de suspenso como los que tuviera su antecesora: es todo palo y a la bolsa. La escena de la disco, uno de los puntos más altos en erotismo y sugestión en el filme de Holland, pasa desapercibida como si fuera apenas una más. Craso error. Y ni siquiera la banda de sonido tiene algo interesante para aportar. Era de esperarse que pase algo así...

Noche de miedo no está a la altura de la original


Conclusión: para celebrar los 25 jóvenes años de La hora del espanto nada mejor que volver a revisitar este tremendo clásico de los ochentas. Noche de miedo no le llega ni a los talones...

lunes, 12 de septiembre de 2011

¡Ufa, che!: se viene una remake de Punto límite

En la trasnoche del sábado 28 de setiembre de 1991 en el cine Ocean tuve la suerte de poder ver Punto límite (Point Break, 1991), una de las mejores películas de acción de los 90's y también una de las más celebradas realizaciones de la talentosísima Kathryn Bigelow (Oscar a la Mejor Dirección por Vivir al límite). Dos años antes había sido uno de los pocos afortunados en asistir a la proyección de otro filme de culto de esta misma cineasta: el prodigioso western vampírico Cuando cae la oscuridad (Near Dark, 1987). Bigelow siempre se ha sentido a sus anchas filmando escenas de violencia extrema, con una edición al taco y aprovechando todos los recursos técnicos a su alcance para que la cámara no descanse un segundo. Casi toda su obra se destaca por una virtuosa utilización de la puesta en escena, muchas veces haciendo alarde de una garra de la que carecen unos cuantos de sus colegas masculinos. Podrán acusarla de intrascendente o trivial por la temática abordada en esos primeros esfuerzos fílmicos pero nunca de deshonesta y de no entregarlo todo por el proyecto (y de paso logrando contagiar esa energía a su equipo y actores). La palabra pereza no existe en su vocabulario: todos se matan para darle al espectador el mejor producto posible. Hey, no por nada la señora estuvo casada con otro fundamentalista del cine: James Cameron...

Dos potencias se saludan: Keanu Reeves y un oxigenado Patrick Swayze

Punto límite es, se sabe, el policial que reunió a un Keanu Reeves todavía sin consagrarse (Máxima velocidad llegaría tres años después) con un Patrick Swayze súper cool y con una autoestima por las nubes (Ghost, la sombra del amor había sido un exitazo un año antes). Recordemos el argumento: Keanu era un novato agente del FBI que se infiltraba en la banda de surfers y ocasionales ladrones de bancos que lideraba Swayze. Obviamente Keanu se integraba tan bien al grupo que traicionar la confianza de los muchachos terminaba siendo todo un tema. Tan importante era Swayze, tan poderosa su presencia, que en España nombraron la película en homenaje a su personaje: Le llaman Bodhi. El plano secuencia de acción en el que un fugitivo le arroja un perro a Keanu es un prodigio técnico y actoral imposible de recrear en los tiempos que corren. Por otra parte, las escenas de paracaidismo se encuentran entre las más espectaculares que se hayan visto jamás. Lástima que actúa Lori Petty, actriz insufrible si las hay...

El DVD español de la película rebautizada en honor al personaje de Swayze


La bomba que motivan estas líneas cuando se está cumpliendo el 20º aniversario de Punto límite es el previsible anuncio de una remake por parte de Warner Bros. y Alcon Entertainment. Se supone que el guión de Kurt Wimmer (Salt) tomará la premisa escrita por Rick King y W. Peter Iliff para luego darle giros nuevos y quizás crear personajes distintos a los originales (al menos los secundarios) pero discúlpenme si el entusiasmo no me desborda el cuerpo. En la actualidad, con la calidad de audio e imagen que tiene el blu-ray es casi una herejía producir un update cuando la Punto límite de Bigelow se sigue sosteniendo fresca e impecable pese al tiempo transcurrido. Lamentablente es sólo otra película objeto de culto que la ambición de Hollywood disecciona para las presentes generaciones. Todavía no se ha escogido director ni se sabe qué opinan del flamante proyecto sus antiguos creadores. 

¡Ojo, gente!. Patrick Swayze observa desde el Cielo todo lo que están haciendo...




Enlace a la no tan buena noticia:

¿Top Gun en 3D? A lucrar que se termina el mundo...

Con motivo de su 25º aniversario este año se repuso Top Gun / Reto a la gloria en los EEUU luego de que la película fuera sometida a un proceso de digitalización equivalente al que se realizara con Volver al futuro. Sir Chandler de la web Cinesargentinos adquirió los derechos para hacerle los honores en territorio argentino a partir del próximo 22 de setiembre (de no mediar algún cambio de último momento). El mes elegido no es casual, quiero creer, ya que el filme de Tony Scott se estrenó en nuestro país el 11 de setiembre de 1986. Bien por Sir Chandler cuya mano se observa hasta en estos pequeños detalles...

La carismática pareja de Top Gun: Tom Cruise y Kelly McGillis

De la película, uno de esos clásicos iconográficos de los '80s, me voy a ocupar un poco más adelante. La noticia que quiero comentar es la inoportuna decisión de la Paramount de convertirla a 3D, de conseguir la venia de su director, para lanzarla en 2012. De acuerdo a la noticia que llega de los EEUU ya hay cuatro minutos de metraje de una escena aérea para que Scott considere los resultados. ¿Para qué?, cabe preguntarse. El aniversario es en el 2011. Tarde amanecimos, señores. Debe ser cierto que más de uno piensa que en el 2012 se termina el mundo y no hay que desaprovechar ninguna excusa para seguir lucrando a como dé lugar. Además ya se sabe cómo quedan estos experimentos cuando no fueron rodados originalmente en 3D. 

Moraleja: ¡paren de robar, muchachos!

Enlace a la noticia:

sábado, 10 de septiembre de 2011

Los videos de Los Cazafantasmas

Los Cazafantasmas, junto a Tal para cual y Sobreviviendo, fue de los primeros soundtracks que adquirí cuando tenía entre 12 y 13 años. Gracias a Youtube no es nada difícil conseguir los videos de la película o, cuanto menos, el audio con las canciones que integraban la BSO.


If there's something strange in your neighborhood
Who ya gonna call? GHOSTBUSTERS!!!


La canción más popular pese al juicio que le hizo Huey Lewis & The News a Ray Parker Jr. fue "Ghostbusters". Un video divertido con la participación de famosos de la época que luego fue sacado de circulación debido a los problemas legales mencionados. La calidad de imagen del clip está lejos de lo ideal pero es lo que hay...



"Cleanin' Up The Town" es otro video retro impagable de una banda, The Bus Boys, que se disolvió en la nada sin dejar una gran huella musical.



No existe un videoclip oficial de "Savin' The Day", pero buscando en la web encontré la canción tocada en vivo por Barnaby Bye/Alessi Brothers que, además de estar muy bien ejecutada, fue complementada con la proyección en 35 mm. de escenas de la misma película. Un experimento que me hubiese gustado presenciar...



Una espectacular versión en vivo de "In The Name Of Love" de los fabulosos Thompson Twins. A falta del video de la película este clip de 1983 grabado en Liverpool compensa con creces la ausencia...



El vocalista Russell Hitchcock no estaba en su plenitud cuando se grabó este video de Air Supply en Taiwan en 1995. De todos modos sí se puede apreciar la melodía de esa hermosa canción llamada "I Can Wait Forever"...



Este video de Laura Branigan interpretando "Hot Night" fue extraído de un episodio de la serie de culto Automan (1983-1984). ¡Qué joven se la veía a Laura! Es una pena enorme su deceso en el 2004 cuando sólo contaba con 47 años de edad. Igual sigo opinando que es el tema más flojo del soundtrack de Los Cazafantasmas.



Para el ignoto Mick Smiley la canción "Magic" representó su presentación y despedida dentro del ámbito musical. El tema es buenísimo y en la película lo insertan cuando por orden del funcionario público liberan los fantasmas en la ciudad. 


jueves, 8 de septiembre de 2011

Directo al corazón: el soundtrack de Los Cazafantasmas

El album de Los Cazafantasmas siempre fue subvalorado. Como si todo el interés de la BSO estuviera constituida sólo por la canción homónima de Ray Parker Jr. (que, por cierto, motivó un litigio por plagio de la banda Huey Lewis & The News cuyo tema "I Want A New Drug" tiene un parecido altamente sospechoso). Y no es justo porque si bien no es un soundtrack redondo claramente presenta puntos muy altos que merecen tanta o más atención que el clásico hit que identificó a la película a partir de su estreno en los Estados Unidos en junio de 1984. A los éxitos musicales de cada temporada yo los divido en dos categorías: los que se agotan luego de determinada cantidad de pasadas y los que no. Es algo muy subjetivo, desde luego, pero para mí "Ghostbusters", la canción, entra en la segunda categoría. Puedo reproducirla con la función Repeat una decena de veces sin aburrirme. Los arreglos ochentosos le añaden un atractivo retro a este súper clásico de todos los tiempos. Es una pena que por el juicio de Huey Lewis hayan sacado de circulación el video-clip que si bien estaba hecho con dos pesos lograba dibujarte una sonrisa con el desfile de figuras conocidas que aparecían en breves cameos (¡por no mencionar a los mismos actores del filme!).



Arista editó en CD este clásico soundtrack de los 80's


Si debo hacerle una crítica al disco es que de los diez tracks sólo siete son canciones cantadas. Los tracks 8 y 9 -"Main Theme From Ghostbusters" y "Dana’s Theme"- son cortes del score de Elmer Bernstein, el grandioso compositor de Los Siete Magníficos, que varios años después también fue editado en CD para dicha de los coleccionistas de la música de películas. "Main Theme From Ghostbusters" es una pieza breve tan melódica como juguetona que sintetiza a la perfección el espíritu de la comedia (con toques de horror muy naif para los parámetros actuales). "Dana’s Theme", por su parte, describe con belleza y extremo lirismo al personaje de Sigourney Weaver, interés romántico del querido y a la vez odioso Dr. Peter Venkman (Bill Murray). La pista restante, la última de la banda de sonido, es una versión instrumental de "Ghostbusters" levemente diferente a la interpretada por Parker Jr. Da la sensación de ser un antecedente del karaoke pero tal como está no termina de convencerme…



Inlay del CD



A riesgo de ser acusado de no tener buen gusto tengo que admitir que la canción más destacada es "I Can Wait Forever", una balada compuesta por David Foster, Graham Russell y Jay Graydon e interpretada por Air Supply. ¿Los melosos de Air Supply? Sí, ni más ni menos… “I Can Wait Forever” fue escrita exclusivamente para Los Cazafantasmas… ¡y apenas si se la reconoce en una escenita menor! Es normal y habitual para los tiempos que corren pero no para el momento en que salió Los Cazafantasmas. Antes se componían las canciones especialmente para la película. Las pocas que se dan a conocer en la actualidad y que incluso logran nominaciones al Oscar son lisa y llanamente una vergüenza. Una picardía que sirve sin embargo para corroborar la seriedad con la que se trabajaba el apartado musical en los 80’s. El sentimiento que le pone el vocalista Russell Hitchcock a la hermosa melodía la convierten en una gema casi secreta ya que no se editó en ningún album de la banda (sí en algún Greatest Hits).



Elmer Bernstein, Air Supply, Alessi, Thompson Twins, The Bus Boys y Laura Branigan



1984 fue probablemente el año más candente de Laura Branigan con el hitazo "Self Control" que se bailó hasta en los monasterios tibetanos. Pese a ello, "Hot Night" es la pista menos convincente del soundtrack de Ghostbusters. No porque se trate de un mal tema: simplemente le falta inspiración. En cambio, "Cleanin' Up The Town", "Savin' The Day", "In The Name Of Love" y "Magic" sí están en un buen nivel conformando un sólido grupo de canciones de apoyo. "Cleanin’ Up The Town" por The Bus Boys aporta un ritmo arrollador; "Savin’ The Day" por Alessi denota un pop afilado y prolijo; "In The Name Of Love" es un temazo de los Thompson Twins, una banda de culto que hizo canciones magníficas como "Hold Me Now" y "Doctor! Doctor!"; finalmente "Magic" por Mick Smiley, con su particular tempo, es el cierre perfecto para los tracks cantados. En total son 37 minutos de placer asegurado.



Listado de temas:

01-Ghostbusters - Ray Parker Jr.
02-Cleanin' up the town - The Bus Boys
03-Savin' the day - Alessi
04-In the name of love - Thompson Twins
05-I can wait forever - Air Supply
06-Hot night - Laura Branigan
07-Magic - Mick Smiley
08-Main theme of Ghostbusters - Elmer Bernstein
09-Dana's theme - Elmer Bernstein
10-Ghostbusters (instrumental version) - Ray Parker Jr.

miércoles, 31 de agosto de 2011

25º Aniversario: estrenos de agosto de 1986 (tercera parte)

El 14 de agosto de 1986 seis películas renovaron la cartelera porteña, entre ellas dos argentinas y una checoslovaca. Como diría Jack el destripador: vayamos por partes...


Un año memorable no sólo por el Mundial de Fútbol...


Admiradora secreta (Secret Admirer, 1985) fue una típica comedia teen de los 80's con un argumento que giraba en torno a una carta de amor anónima interceptada por receptores equivocados. El asunto era entre chicos adolescentes pero lo realmente gracioso se generaba cuando las confusiones afectaban a sus enamoradizos padres que habían resultado tener sentimientos escondidos unos con otros. La película, sin ser ninguna maravilla, divertía módicamente y estaba muy bien actuada, en especial por los actores más grandes: Fred Ward, Leigh Taylor-Young, Dee Wallace Stone y Cliff De Young. El elenco de jóvenes estuvo seleccionado con criterio y lo encabezaba C. Thomas Howell (uno de los chicos de la barra de amigos de E.T. que luego se asomaría también en Los marginados de Coppola) junto con la morocha Lori Loughlin (la amiga enamorada del protagonista que no se anima a confesarlo) y la desmpampanante Kelly Preston (cada vez que aparece no sólo en esta comedia sino también en Su primera aventura me sube la presión: debe ser por mi eterna debilidad por las rubias californianas), quien menos de un lustro después le echó el lazo ni más ni menos que a John Travolta (con quien todavía está casada). David Greenwalt y Jim Kouf, dos verdaderos especialistas en el género que venían de hacer Class (1983), escribieron el guión y el primero, además, se ocupó de la dirección. Admiradora secreta fue su ópera prima. Títuló Víctor Hugo Ghitta su crítica para La Nación: "Enredos vodevilescos en una comedia sobre el amor adolescente". Calificación: Apta para mayores de 16.

David Greenwalt dirigió esta simpática comedia teen

En lo personal Erase una vez el terror (Terror in the Aisles, 1984) significó mucho para mí: fue la película que me inició a conciencia en el terror cinematográfico. Este documental que recopila las más famosas escenas del género me sirvió como indispensable fuente de información un año después al adquirir la primera videocasetera y de esa manera, finalmente, poder acceder a esos títulos previamente anticipados en el filme del especialista en trailers Andrew J. Kuehn (1937-2004). Narrada por los conocidos actores Donald Pleasence y Nancy Allen, Erase una vez el terror enlazaba, dicen por ahí, unas 75 cintas de terror y suspenso. Obviamente no me puse a contarlas pero sí puedo mencionar las siguientes: Noche de Brujas I & II, Vestida para matar, Abbott y Costello contra Frankenstein, La invasión de los usurpadores de cuerpos (versiones de 1956 y 1978), Espera en la oscuridad, Martes 13 Parte I & IIPsicosis, Llamas de venganzaEl exorcistaEl enigma de otro mundo, El loco de la motosierra; Alien, el octavo pasajeroLos pájaros, El bebé de RosemaryKlute: mi pasado me condena¿Qué pasó con Baby Jane?, Expreso de medianoche, El francotiradorEl resplandorObsesión mortalLa seducciónHermanas diabólicas, El fantasma del Paraíso, Para atrapar al ladrónNightwing, Cuerpos invadidosHalcones de la nocheEscuadrón del vicio, Cromosoma 5, Maratón de la muerte, Scanners: los amos de la muerte, La noche de los muertos vivientesCuando llama un extrañoLa novia de Frankenstein, Alone in the Dark, CarrieScared Stiff, Angel de venganzaUn hombre lobo americano en LondresPoltergeist, La profecíaEl socio del silencioPacto siniestro. Es probable que la selección mostrara algunas hilachas pero en general están todos los títulos que deberían. Una gran antología que tuvo una recepción positiva en la mayoría de los medios capitalinos. Como la que le brindó Víctor Hugo Ghitta en su nota para La Nación cuyo título rezaba: "Una cabalgata agitada a través del mejor cine de suspenso y terror". Calificación: Apta para mayores de 16.

El afiche con el que se conoció en la Argentina

El afiche original: prefiero mil veces el nuestro

Aníbal Di Salvo (1924-2010) fue un reputado director de fotografía argentino que a comienzos de los 80's se volcó a la realización con un perfil comercial quizás demasiado ostensible. La más exitosa de sus películas sin dudas fue la sexploitation carcelaria Atrapadas (1984), con una memorable Leonor Benedetto en el rol protagónico, que sacó provecho de los albores del destape poco después de la llegada de la democracia en nuestro país. Sin perder tiempo Di Salvo encadenó al hilo varias producciones más: El caso Matías (1985), Seguridad personal (1986) y Las lobas (1986), esperpéntica comedia "zafada" que volvió a unir en un set al mismo equipo de Atrapadas aunque esta vez sin fortuna en la taquilla. El film apenas si vendía humor grueso a voluntad y un simulacro de guión que fue defenestrado por todos los críticos de Buenos Aires. Como Claudio España que en su columna para La Nación sentenció: "Lobas que no aullan". Calificación: Apta para mayores de 18.

El VHS de Las lobas editado por Transmundo

La prensa especializada saludó a esta ópera prima de Teo Kofman como una de las más estimulantes estrenadas en la Argentina en mucho tiempo. Lamentablemente Kofman sólo realizó una película más, de calidad inferior, por lo que Perros de la noche (1986) constituye su legado más importante al cine nacional. Drama suburbano con personajes marginales, Perros... fue la adaptación fílmica de un controversial libro homónimo de Enrique Medina (el mismo de Las tumbas, una novela con mayor llegada al público masivo). En el elenco sobresale la joven figura de Emilio Bardi, que con los años alcanzaría cierta popularidad por sus trabajos en el cine, el teatro y, por sobre todo, la televisión. Escribió Claudio España en La Nación: "Prometedor comienzo de un director". Calificación: Apta para mayores de 18.

La crítica especializada alabó esta dura ópera prima


El inglés Hugh Hudson cayó en desgracia luego de sus dos grandes hitos cinematográficos: Carrozas de fuego (Chariots of fire, 1981) y Greystoke, la leyenda de Tarzán (Greystoke: The Legend of Tarzan, Lord of the Apes, 1984). Ninguno de sus siguientes opus estuvieron a la altura de esos filmes y particularmente decepcionante resultó Revolución (Revolution, 1985), melodrama histórico sobre la confrontación entre americanos y británicos por la independencia estadounidense. Los elementos pictóricos, estéticos y hasta temáticos estaban donde correspondían pero las debilidades del guión, la falta de vibración en la narración de Hudson y el insufrible ego de Al Pacino darían por tierra con todas las posibilidades artísticas/comerciales del film. Tras este traspié Pacino se tomaría una pausa de cuatro años en su carrera de cine para concentrarse en el teatro. Recién con Prohibida obsesión (1989) volvería a la actividad plena. El muy neutral título de su nota para La Nación no anticipaba los duros comentarios críticos vertidos en la misma por Fernando López: "La revolución norteamericana y una costosa superproducción". Calificación: Apta mayores de 13.

Revolución: uno de los fracasos más grandes de Al Pacino

A diferencia de lo que puede suceder hoy día, era habitual en los 80's que a la cartelera local llegasen semanalmente obras procedentes de toda Europa. Por ejemplo, la checa Un día para mi amor (Den pro mou lásku, 1977) dirigida por Juraj Herz y estrenada en la Argentina con un intervalo de casi una década. La película relataba el drama vivido por una pareja que perdía a su pequeña hija debido a una enfermedad. Los actores eran ignotos para estas latitudes: Marta Vancurová, Vlastimil Harapes, Sylva Kamenická, Dana Medrická, Jirina Sejbalová y Eva Pichová. El cine checo estaba bien aspectado por aquel entonces y no sorprenden las excelentes críticas que le prodigaron los principales medios de comunicación. El título de la nota de La Nación, sin firma, subrayaba abiertamente esa alabanza: "Una historia de amor que supera la más trágica de las adversidades". Calificación: Apta para mayores de 13.

Excelentes reseñas obtuvo la película checa de 1977