La hora del espanto (Fright Night) es una película de la que guardo gratos recuerdos. Sin embargo, por motivos que ya voy a contar, también me provoca sensaciones contradictorias. Desde luego que estoy hablando de uno de esos clásicos inoxidables de la década del 80 (eternamente, mi favorita...). Una comedia de terror filmada en 1985 por el hoy olvidado Tom Holland (luego responsable del primer, y mejor, filme de la saga de Chucky, el muñeco diabólico) que se estrenó en Buenos Aires el 15 de mayo de 1986 obteniendo críticas mayormente positivas. La Nación dio la nota acusando a la producción de ponerse las pilas recién a partir del último acto: una acusación tan temeraria como infundada...
"Hay muchas razones para temerle a la oscuridad" |
Lo más destacable de La hora del espanto fue la bien aplicada idea de mixturar humor y horror en su primera hora para luego sumergirnos en una pesadilla nocturnal que le erizaba la piel al más fogueado de los fanáticos. ¡Ni que hablar de los demás espectadores! La caracterización de Chris Sarandon como el vampiro Jerry es sexy, sofisticada y amenazante. Excepto cuando la acción se descontrola cerca del clímax Sarandon no pierde jamás la elegancia y una sutil malevolencia. Su Jerry es la más consumada representación del mal pero también de la tentación y lo prohibido. En ese sentido la manzana que suele mordisquear con deleite es de una simbología (religiosa) bastante elocuente. La escena de la seducción en la disco es decididamente sublime, fantástica. Las correctas actuaciones de los actores jóvenes (que parecen serlo menos que los elegidos para la remake de este año) y la sensacional creación que hizo el finadito Roddy McDowall de Peter Vincent ayudaron a que todo el cuento suene creíble pese a la fantasía inyectada por Holland en dosis cada vez más desmesuradas. La cereza del postre la puso el supervisor de efectos especiales Richard Edlund (el de Los Cazafantasmas) con un trabajo de gran impacto técnico para el momento en que fue filmada. La extraordinaria banda de sonido con canciones de Devo, Autograph, The J. Geils Band y Sparks, entre otros, y el gran score compuesto por Brad Fiedel (el genio que concibió la música original de Terminator y Terminator 2) dejaron a Fright Night muy arriba de mi ranking personal y, vale la aclaración, no sólo de películas de terror. La canción "Come to me", cuyo leit-motiv es parte integral del score, interpretada por Fiedel es una de mis favoritas de todos los tiempos. Para la secuela de 1988 se grabó una nueva versión interpretada por Deborah Holland, muy superior desde lo vocal (Fiedel no es un jilguero precisamente) pero como dice el refrán: "el que golpea primero, golpea dos veces".
La hora del espanto se mantuvo varios meses en cartel en Buenos Aires. La vi en el cine Suipacha (luego devenido en el Complejo Tita Merello) durante las vacaciones de invierno y desde luego que me voló la cabeza: a la calidad de la obra habría que agregar mi poca experiencia en un género que empezaba a apasionarme. Los sentimientos encontrados que mencioné más arriba están relacionados con lo que me sucedió algún tiempo después. En noviembre de 1986 enfermé de neumonía y debieron internarme para poder darme un tratamiento acorde. En algún momento durante la segunda semana que estuve en el sanatorio se produjo el estreno de La hora del espanto en el cine Odeón de Concordia. Ya me encontraba algo recuperado por lo que le discutí a muerte a mi médico que mi condición ya me permitía salir. ¡Le hubiese dicho cualquier cosa con tal de ver otra vez la peli! Desde luego que esto no prosperó y aunque reconozco que tenía razón en su renuencia a darme el alta hasta el día de hoy sigo maldiciendo por lo bajo cuando recuerdo el incidente. Fucking pneumonia!!!
El querido Peter Vincent julepeado hasta las patas: al final se la banca... |
Cuando se supo que harían una remake del filme de Holland me indigné como la mayoría. ¿Para qué? Detesto la excusa de que la generación actual no conoce el viejo clásico. ¿Y? ¿Con eso qué? Porque no blanquean la verdad: se trata de un tema de plata y punto. Business as usual... Molesta la falta de sinceridad y molesta lo que hicieron con Noche de miedo, que apunta al mismo target de la original pero sin su inteligencia ni su perfecto timing. En la nueva versión dirigida por Craig Gillespie el personaje de Jerry encarnado por Colin Farrell ha perdido ambigüedad y fineza. Es como comparar al 007 de Roger Moore con el de Daniel Craig: son dos formas diametralmente opuestas de encarar la interpretación del vampiro. Realmente odié lo que plasmaron con este pobre chupasangre. Sarandon aparece brevemente como el automovilista víctima de Jerry en la ruta. Una idea que está buena porque le rinde un merecido homenaje a este actor tan subvalorado y casi desconocido por el público general. Fiel a los preceptos que rigen el cine actual Noche de miedo apura la acción desde el vamos, encadena efectos 3D simpáticos y comete la gaffe de pifiarla con el neo Peter Vincent que no está adaptado con mucho tino pese al carisma del inglés David Tennant. Para darle vida a Evil Ed, interpretado magníficamente en 1985 por el luego actor porno gay Stephen Geoffreys, fue seleccionado el nerd Christopher Mintz-Plasse que estuvo sensacional en Supercool como McLovin' pero acá simplemente no está a la altura. No es todo culpa suya: el personaje perdió consistencia por una deficiencia de guión. Marti Noxon escribió episodios valiosos para Buffy, la cazavampiros pero en Noche de miedo se limitó a trabajar a reglamento. La velocidad del relato impide generar climas de suspenso como los que tuviera su antecesora: es todo palo y a la bolsa. La escena de la disco, uno de los puntos más altos en erotismo y sugestión en el filme de Holland, pasa desapercibida como si fuera apenas una más. Craso error. Y ni siquiera la banda de sonido tiene algo interesante para aportar. Era de esperarse que pase algo así...
Noche de miedo no está a la altura de la original |
Conclusión: para celebrar los 25 jóvenes años de La hora del espanto nada mejor que volver a revisitar este tremendo clásico de los ochentas. Noche de miedo no le llega ni a los talones...
Me gustó tu comentario, yo no ví la nueva secuela por que al ver antes el trailer no me gustó. la Hora del Espanto está entre mis preferidas de vampiros de los 80' junto a otra peli que el título en Argentina era "Que No Se Entere Mamá" también del género. De Frig Nigth original recuerdo haber ido a su estreno por que una amiga que la vió antes me la había recomendado, además se había enamorado del vampiro. Ojalá en el futuro se hagan peliculas de terror dignas. Toda esa seducción que se va desplegando de a poco y la sutilesa de las interpretaciones hace de ésta pelicula todo un clásico
ResponderEliminarHola! Gracias por tu comentario. Que no se entere mamá es otra digna película de terror de los ochenta aunque debo admitir que me gusta mucho más la BSO que la peli misma. Son cosas que me suelen pasar!!! Top Gun, Cóctel, Picardías estudiantiles o Días de trueno son otros ejemplos análogos (curiosamente casi todas con Tom Cruise). Saludos!!!
ResponderEliminarA veces cuando escuchas un canción de una banda o solista en una película cobra una nueva dimención.Busqué un tema de la pelicula "frig Nigth" que me gustó,es: "Good man in a bad time" de Ian Hunter. Me gusta mucho la música de sintetisadores que se escuchaba en los 80´. Si fuera director de cine hará una peli de vampiros y incorporaría a la banda sonora temas de Depeche Mode, Grace Jones entre otros, el dilema es como hacer un buen guión ,algo nuevo inspirado en lo clásico. Te recomiendo una pelicula canadiense que me encantó se llama C.R.A.Z.Y. ahora no recuerdo el director. En You Tobe está completa creo en francés original. Tiene una banda de sonido exelente!"Spacity oddity" de bowy, Rollin,Floys,Cure y un tema que flasheé de Giorgio Moroder. Saludos.
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