Vengo con este post a intentar saldar una deuda personal: por una cuestión de tiempo me quedó sin publicar la cobertura del entrañable filme Electric Boogaloo: The Wild, Untold Story of Cannon Films (2014) que se proyectó en el último Festival de Cine de Mar del Plata. Sépanlo: este documental del australiano Mark Hartley es un golpe
certero a la nostalgia para quienes crecimos durante la década del ’80.
Muchas de las películas que evoca las ví en salas de cine y fueron repasadas
luego una y otra vez con la llegada del VHS. ¿Quién podía resistirse a las secuelas de El vengador anónimo, con el rústico y no por eso menos maravilloso Charles Bronson, o enfrentar a los pérfidos vietcong de la mano del imbatible Chuck Norris en la saga de Desaparecido en acción? Nunca olvidaré la ovación que se llevó el gran Carlos Ray (Chuck para los amigos) en la primera función tarde del jueves de estreno de la primigenia Desaparecido en acción (que en realidad es la segunda pero se estrenó antes: típica locura a lo Cannon). La película congela épicamente el último fotograma con un victorioso Norris sosteniendo a un prisionero de guerra estadounidense y enfrentando desafiante al gobierno vietnamita que aseguraba que era imposible que aún quedara algún recluso en territorio asiático. Sin siquiera un mínimo resquicio para una lectura política elemental la platea estalló en aplausos y vítores con el triunfo del héroe. Chuck Norris antes y después hizo mejores filmes pero Missing en action supuso su consagración como la figura de acción del momento.
Chuck Norris y Charles Bronson, las figuras de la Cannon más convocantes |
Tras realizar dos
fabulosos filmes rabiosamente cinéfilos como Not Quite Hollywood: The Wild,
Untold Story of Ozploitation (2008) y Machete Maidens Unleashed! (2010),
también exhibidos en su día en el Festival de Cine de Mar del Plata,
en Electric Boogaloo... Hartley desmenuza con rigor crítico lo que fue para la industria fílmica
estadounidense el desembarco de los ambiciosos primos israelíes Menahem Golan y
Yoram Globus que compraron la Cannon Films en 1979 por 500.000 dólares. El
relato es una cabalgata inagotable de anécdotas contadas especialmente para la
película por algunos de los actores, directores, guionistas y técnicos que
hicieron posible aquellas obras que contempladas hoy parecen de dudosa calidad,
pero que en su época eran entretenimientos pochocleros insuperables. Electric
Boogaloo… analiza los comienzos en Hollywood, los primeros éxitos y fracasos
(Enter the ninja y The Apple, respectivamente), el relanzamiento de la carrera
de Charles Bronson en sus últimos años y el asentamiento de Chuck Norris como
súper estrella del género de acción con títulos como la trilogía de Desaparecido en acción,
Invasión USA, Fuerza Delta y en una vena más cercana a Indiana Jones o Las minas del rey Salomón, El templo del fuego.
La Santísima Trinidad de Chuck y la Cannon: Desaparecido en acción, Fuerza Delta e Invasión USA |
También se pone en perspectiva la voracidad
comercial de los primos que buscaban incrementar la cantidad de rodajes año a
año como si con eso aseguraran la subsistencia del sello. La Cannon siempre fue
a más sin importarle los riesgos y fue así como se cavó su propia fosa:
endeudados, con filmes mal acabados técnicamente que no rindieron en la
taquilla, la sociedad que parecía indestructible llegó a su fin antes de entrar
en los 90’s. Electric Boogaloo: The Wild, Untold Story of Cannon Films quizás
no sea el mejor trabajo de Mark Hartley –es una pena que ni Golan (fallecido durante la postproducción) ni Globus
hayan sido entrevistados, supongo que no aceptaron el convite-
pero el tema que trata es una de mis debilidades personales y recomiendo su
visión no sólo a quienes saben lo que se van a encontrar sino también a la
gente más joven que va a descubrir lo bizarros que eran estos muchachitos cuyo
fanatismo por el cine los consumió irrevocablemente. Como complemento y a la
vez homenaje a la Cannon en el festival se proyectaron Invasión USA, Halcón y
Salsa picante. No están entre lo más rutilante de su producción pero igual se
agradece el gesto…
Trailer del documental de Mark Hartley